A veces, nuestras ganas de ayudarles y ponerles todo a su alcance hace que logremos a largo plazo justo lo contrario a lo que queremos, y les hagamos cada vez más pequeños, menos capaces, más dependientes.
Puede ser por costumbre, por que con nosotros hicieron lo mismo, por desconocimiento o porque nuestra falta de capacidad de sufrimiento haga que no podamos aceptar sus caídas, llantos, o fracasos; pero la verdad es que estamos constantemente limitando las capacidades de los más pequeños.
Es cierto que no todo es posible, no hay que ser ingenuos tampoco. Independientemente de la edad que tengan, nuestros alumnos o hijos/as, como toda persona, tienen sus limitaciones. Es algo obvio, pero no hagamos de ellas el centro de atención. De hecho, en muchas ocasiones somos los adultos quienes creamos muchas de esas barreras.
Si acostumbramos a nuestros pequeños a darles todo hecho, hacer fácil lo difícil y sobre todo, a que siempre estaremos ahí para solucionarles la papeleta, hará que acepten que no pueden, que dejen de intentarlo y que creen una dependencia total y absoluta al adulto. Quién sabe si esto, se tornará con los años en una mayor dependencia a los demás ampliándose al campo emocional y afectivo, falta de creatividad e iniciativa, necesidad de órdenes claras para poder realizar una tarea...
¡Pero no te martirices! Sabemos que lo hacemos con la mejor intención del mundo. Y como queremos siempre hacerlo lo mejor posible, aquí os dejo algunos tips que pueden ayudarte a potenciar las capacidades de los más pequeños para ayudarles a crecer en lugar de empequeñecerlos aún mas.
Y si quieres saber qué responsabilidades o tareas pueden hacer los más pequeños, aquí os dejo la siguiente infografía de guiainfantil.com que puede darte algunas pistas.
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